Con el título: “COVID-19 AS A TOOL OF INFORMATION CONFRONTATION: RUSSIA’S APPROACH” (COVID-19 COMO HERRAMIENTA DE CONFRONTACIÓN DE INFORMACIÓN: EL ENFOQUE DE RUSIA) la Universidad de Calgary publicó en abril del año pasado un documento en donde cuestiona el papel de Rusia en la pandemia, el cómo había utilizado su aparato propagandístico para poder difundir rumores y “fake news” con la finalidad de confrontar a países aliados del occidente. Vale la pena leer el documento completo.

Como platicaba en el artículo pasado, Rusia ha tomado un papel mucho más importante en la comunicación de los países occidentales (entre ellos México) más de lo que nos imaginamos. A raíz de las sanciones que se le impusieron a Rusia por la adición de Crimea, Putin ha tejido una red de canales de comunicación que van desde televisión hasta bots en las redes. El objetivo es generar una percepción anti-Occidente y en contra de las sanciones a Rusia; la pandemia ha sido tema importante dentro de toda la estrategia.

México poco a poco ha ido acercándose a Rusia y esto no es mal visto entre todos aquellos que han sido manipulados con un aparato propagandístico que tiene sus orígenes en la antigua Unión Soviética.

A raíz de del triunfo de Biden, AMLO ha ido distanciándose cada vez más de éste y abriendo paso a una relación “más cercana con Putin”. Los riesgos asumidos no son cosa menor. Un ejemplo es la tan controvertida vacuna rusa. Hoy sabemos que la vacuna cumple con los requisitos de seguridad y eficacia que se establecen mundialmente para otorgar una autorización de emergencia. Pero todavía hay preguntas en el aire. ¿Quién supervisa la producción? Por ejemplo. En el caso de las vacunas aprobadas por la FDA existe todo un equipo de especialistas que periódicamente supervisan las instalaciones de todos los laboratorios que producen vacunas y/o medicamentos biológicos: Team Biologics.

Y es importante entender lo que significa que la FDA no haya dado autorización de emergencia todavía a la vacuna Rusa, para el gobierno de Estados Unidos es una cuestión de Seguridad Nacional supervisar estos laboratorios porque son potenciales armas biológicas. Intencional o no. Cualquier contaminación en un lote de vacunas puede costar la vida de cientos, miles o millones de ciudadanos.

Es por esto que aprobar una vacuna Rusa sin que la FDA lo haya hecho puede tener consecuencias políticas para México.

Estoy segura que hace unos años nuestros vecinos no lo hubieran tomado “de manera personal”, pero después de la cantidad de desplantes hacia Biden que AMLO ha ido sumando, junto con la preocupación que ya existía por la propagación de un mensaje anti occidente, anti Yankee del aparato propagandístico de Rusia; abrir la entrada de productos biológicos sin mayor supervisión suena a una directa provocación a nuestros vecinos.

Pensar que Putin tiene las mejores intenciones con México es complicado. Ni siquiera es un hombre caritativo con todos sus ciudadanos, por eso el camino que AMLO ha emprendido (como otros dictadores de América Latina) no promete nada bueno. Ejemplos tenemos muchos y con la agravante de que nosotros compartimos no solo frontera, comercio, ciudadanos: una larga historia.

Apostar a un cambio del orden mundial y pensar que nos quedaremos del lado de los “nuevos líderes” (Rusia y China) parece, una vez más, una apuesta equivocada y prácticamente suicida.

Con esto concluyo el tema de la propaganda y Rusia esperando que no se cumpla aquello que yo veo venir: una ruptura total con nuestros vecinos.