La semana pasada nos sorprendimos los que comúnmente convivimos en Twitter por unos carteles que colgaron unos manifestantes en Palacio Nacional, que incluían una imagen de Stalin. Pero mayor sorpresa nos llevamos -por lo menos yo- cuando algunos seguidores de AMLO defendieron el hecho argumentando que “tenemos una idea equivocada de Stalin”.

Tratando de ser empáticos (con quien lo piensa, no con el dictador) podríamos pensar que la historia lo ha juzgado de manera exagerada, que no es el segundo dictador más sanguinario que ha habido sino el cuarto o el séptimo. Aún así sigue siendo inaceptable pensar que pueda ser el símbolo de lucha de algún movimiento: el que sea.

Así como en Alemania existen grupos neo nazis e incluso entre los ciudadanos que no aprueban lo que sucedió en la IIGM, hay una cierta tendencia a “suavizar” la imagen negativa de Hitler; también hay un fenómeno parecido en Rusia con la imagen de Stalin. Por un lado tienen cierta razón, se les ha cargado a dos personas las acciones de grupos completos: no actuaron solos. Pero es complicado pensar que algún día estos dos personajes sean vistos como héroes nacionales, como inspiración de algo positivo. La cantidad de personas que fallecieron durante sus mandatos los ha condenado a ser villanos para siempre. No hay manera de discutir eso, o por lo menos eso podríamos pensar; pero parece que sí la hay porque no fueron pocos los que salieron a defender a Stalin a raíz de las imágenes en Palacio Nacional.

¿Qué está pasando? ¿Está llenado la influencia de Rusia que pretende suavizar o reivindicar la imagen de Stalin? Definitivamente sí. Pero es un hecho aislado y no se debe de mal interpretar. La Relación de México con Rusia ha ido creciendo con el tiempo y en los últimos dos meses, con la llegada de Biden a la presidencia de Estados Unidos se ha acelerado.

Es un tema que se ha tocado, pero no se ha abordado lo suficiente porque caemos en el juego fácil de “Morena nos quiere volver comunistas”.  El comunismo no parece ser ni siquiera el plan de Putin, que ha declarado en público que ya no funciona. Tenemos que ver el bosque y no el árbol.

Rusia en los últimos años se ha enfrentado a sanciones de los países occidentales por la anexión de Crimea. Esto ha tenido consecuencias en la economía Rusa y según comentan algunos medios internacionales, Putin se quiere vengar. No me voy a extender en el tema económico porque no es mi área, me voy a enfocar en la propaganda. Rusia lo que quiere lograr con sus mensajes es posicionar un sentimiento antiamericano- anti occidente entre la mayor cantidad de países posible. Pero no solo entre sus cabezas, entre sus ciudadanos. ¿Cómo lo está haciendo? A través de sus canales de televisión RT y Sputnik que se transmiten en internet en varios idiomas y tienen presencia en redes sociales.

Lo impresionante es lo que han logrado. Los sitios web de estas televisoras tienen un ranking de visitas en México muy bueno, de hecho RT tiene más visitas que Televisa o TV Azteca según Alexa (empresa de Amazon).

Sí, la propaganda rusa ha permeado en México lo suficiente para que algunos defiendan a Stalin y otros estén convencidos de que es mejor tener una buena relación con Rusia que con USA, nuestros vecinos.

En el siguiente artículo continuaré con el tema de las vacunas rusas y los rumores que Rusia propagó sobre la pandemia que levantaron focos de alarma en occidente.