El concepto de entropía, originario de la termodinámica, describe la tendencia natural de los sistemas a moverse hacia un estado de desorden o caos conforme pasa el tiempo. Este principio, aplicado a sistemas políticos como la democracia, ofrece una perspectiva poderosa para examinar cómo y por qué estas estructuras pueden deteriorarse.

En el ámbito democrático, la entropía se manifiesta en la forma en que las estructuras políticas, inicialmente diseñadas para ser ordenadas y eficientes, pueden degenerar hacia el desorden. Este desorden no implica necesariamente un caos visible, sino más bien una disminución de la eficacia, la equidad y la transparencia, elementos esenciales para el funcionamiento saludable de una democracia. Factores como la corrupción, la manipulación de leyes, la concentración del poder, y la disminución de la participación cívica son claros contribuyentes a este proceso entrópico.

Robert Putnam en “Bowling Alone” refleja cómo la disolución del capital social en las comunidades puede considerarse una manifestación de entropía política, llevando a una democracia menos efectiva por la disminución del compromiso cívico:

“La vibrante red de asociaciones cívicas que una vez unió al pueblo estadounidense ha sido devastada, dejando nuestra democracia en un estado precariamente fragmentado.”

Francis Fukuyama destaca en “The Origins of Political Order” que las instituciones democráticas pueden deteriorarse gradualmente si no se renuevan y adaptan a los cambios contextuales, lo que refleja el concepto de entropía en su análisis del desarrollo político:

“Las instituciones no solo necesitan ser diseñadas correctamente al inicio, sino que deben ser continuamente adaptadas para contrarrestar las fuerzas entrópicas de la decadencia y la obsolescencia.”

Además, Dani Rodrik en “The Globalization Paradox” argumenta que la globalización puede introducir desafíos entrópicos a las democracias nacionales al incrementar la complejidad y las demandas en los sistemas políticos, lo que puede llevar a conflictos internos y una gobernanza menos efectiva:

“La globalización ha incrementado la heterogeneidad de nuestras sociedades, imponiendo presiones entrópicas sobre nuestras instituciones democráticas que luchan por mantener el orden y la cohesión.”

En el caso específico de México, la entropía es palpable en la reciente centralización del poder y las interpretaciones legales que refuerzan el control de un solo partido, desafiando los principios de diversidad y equilibrio de poder inherentes a una democracia saludable. Este aumento en el desorden estructural amenaza con socavar los mecanismos de rendición de cuentas y la transparencia.

La comprensión del fenómeno de la entropía es crucial no solo para analizar los problemas actuales en sistemas como el de México, sino también para comprender que las estrategias que puedan mitigar o revertir estos procesos de descomposición se están destruyendo también.

A pesar de la tendencia natural hacia el desorden, con esfuerzos conscientes, las democracias pueden renovarse y fortalecerse continuamente, asegurando su vitalidad y relevancia a largo plazo sí y solo sí se actúa a favor de su conservación.

En México, el escenario político actual está marcando un preocupante retroceso en términos de medidas y estrategias que tradicionalmente han sustentado y fortalecido las democracias modernas. A medida que el partido en el poder, Morena, consolida su control, se observa una desactivación sistemática de mecanismos esenciales para el mantenimiento de un sistema democrático saludable.

1. Reformas electorales: tradicionalmente diseñadas para asegurar la equidad y la representatividad, las reformas electorales en México enfrentan desafíos significativos. Se observan intentos de modificar leyes y prácticas electorales de manera que favorecen al partido dominante, lo cual podría comprometer la justa representación de todas las voces políticas en el país.

2. Fortalecimiento de instituciones independientes: en México, estas instituciones están bajo amenaza. La propuesta de absorber organismos autónomos bajo el control del ejecutivo reduce su independencia y eficacia, erosionando un contrapeso vital al poder del gobierno.

3. Transparencia y acceso a la información: la administración actual ha sido criticada por limitar la transparencia y el acceso a la información, elementos cruciales para una ciudadanía informada y activa. Esta restricción es un claro retroceso en los esfuerzos por mantener un gobierno abierto y accesible. La desaparición del INAI sería la confirmación de lo anterior.

4. Educación cívica: aunque México ha hecho esfuerzos por promover la educación cívica, las políticas actuales pueden no estar suficientemente enfocadas en fortalecer la comprensión y la participación democrática entre los jóvenes y la población en general, lo cual es fundamental para una democracia vivaz. Morena ha optado por un Instituto de formación política, no de educación cívica, formando desde la propaganda y no desde el civismo, las consecuencias ya se perciben.

5. Regulación de los medios y contra la desinformación: en un ambiente donde se critica a los medios por supuesta desinformación y se promueven narrativas gubernamentales, se corre el riesgo de que la población no reciba una información diversa y equilibrada, crucial para las decisiones informadas en una democracia.

6. Diálogos y acuerdos de paz: aunque México no se encuentra en un proceso de paz tradicional, la estrategia de seguridad y la integración de comunidades afectadas por la violencia son cruciales. La centralización del poder puede obstruir estos esfuerzos, limitando la efectividad de las políticas de reconciliación y paz. Se ha optado por dividir polarizar desde el poder a la ciudadanía.

7. Leyes anticorrupción y mecanismos de rendición de cuentas: a pesar de las promesas de combatir la corrupción, las acciones concretas para fortalecer las leyes y mecanismos de rendición de cuentas han sido limitadas. Esto es particularmente preocupante en un contexto de centralización del poder, donde la corrupción puede proliferar sin los debidos contrapesos.

El debilitamiento de estas estrategias en México es una señal alarmante de lo que ya parece una inevitable transición hacia un sistema político autoritario.